Qué son los tipos de mantos en perros y qué función cumple cada uno


El manto de un perro hace referencia a la textura, longitud y cantidad de capas del pelaje. Este aspecto no solo influye en su apariencia, sino también en su adaptación a distintas temperaturas y en los cuidados que cada tipo requiere.

Cada tipo de pelaje necesita atenciones específicas. No es lo mismo el pelo corto de un bóxer, que demanda un mantenimiento sencillo, que el manto largo y sedoso de un galgo afgano, que exige mayor dedicación y frecuencia.

Entre las funciones del pelaje canino se destacan la protección general del cuerpo y, en particular, de la piel. Actúa como aislante térmico, tanto frente al calor como al frío, y ayuda a conservar la temperatura corporal durante todo el año, según explica el sitio del Grupo Peñagrande Clínica Veterinarias.

Los mantos se clasifican según su longitud, textura y función. Aquí te mostramos los principales tipos de pelaje y sus características:

Los perros de manto corto suelen habitar en climas tropicales, lo que les permite regular su temperatura con facilidad, a diferencia de aquellos con pelajes densos o largos.

En este tipo de manto, la función principal es crear una capa impermeable que impide el contacto del agua con la piel y actúa como barrera protectora frente a insectos, polvo y radiación solar.

Aunque el pelo corto no forma nudos con facilidad, la acumulación de pelo muerto es común. Estos perros mudan constantemente, por lo que necesitan un cepillado regular. Algunas razas con este tipo de manto son el bóxer, el labrador retriever y el rottweiler.

En este tipo de manto, los perros presentan dos capas de pelaje: capa externa que los protege del clima, formando una barrera impermeable frente a la nieve, la lluvia y el viento, y una capa interna que actúa como aislante térmico. La mayoría de las razas con este tipo de manto provienen de regiones frías.

Este pelaje tiene mayor tendencia a la muda, lo que favorece la formación de enredos, especialmente en el cuello, detrás de las orejas y en la cola. Es común en razas como el husky siberiano, el pastor alemán y el akita inu.

Los perros de pelo largo no suelen cambiar de manto con frecuencia, por lo que la caída de pelo es mínima. Sin embargo, este tipo de pelaje es muy propenso a enredarse si no se realiza un cepillado diario adecuado. El exceso de nudos puede impedir que la piel respire, lo que puede provocar problemas dérmicos como dermatitis, heridas o eccemas, según especialistas de Nativus Pet, un sitio especializado en nutrición animal.

El pelaje largo también cumple una función importante en la regulación del calor, similar al de los perros con manto denso. Por esta razón, no se recomienda raparlos en exceso, ya que ese pelaje actúa como barrera protectora de la piel. Algunas razas que presentan este tipo de manto son el yorkshire terrier, el bichón maltés y el caniche.

Los perros con este tipo de manto no presentan una doble capa de pelo, por lo que no suelen perder una gran cantidad de pelaje. Además, su pelo rara vez se enreda. Este tipo de pelaje es común en razas como el teckel de pelo duro, el airedale terrier y el fox terrier.

Por otro lado, también existen perros sin pelo, como el crestado chino. Estos requieren cuidados especiales, ya que al carecer de una capa protectora, su piel permanece expuesta de forma constante al sol, al viento y a la lluvia.

Fuente: www.clarin.com

Artículos Relacionados

Volver al botón superior